Kay acústica de los años 60 de John Frusciante

Kay acústica de los años 60 de John Frusciante
Quizás una de las guitarras más misteriosas e impresionantes del Shop, esta modesta acústica Kay es testigo de uno de los períodos más oscuros en la carrera de John Frusciante.
Las guitarras pueden ser la herramienta del genio, el soporte de la creación, una clave de inspiración, pero también el testigo de una decadencia tan profunda como reveladora. Para un músico visceral como John Frusciante, rasguear es un grito orgánico, una necesidad esencial y un modo de expresión que va más allá de las palabras. En 1994, en pleno caos y al borde del abismo, John Frusciante se aferra a una guitarra acústica de tonos anaranjados como un último llamado a sus sentidos más íntimos. Es esta guitarra, una Kay K-230, la que aparece en una entrevista con VPRO donde se le ve sudando y presa de sus demonios más oscuros y temibles.
John Frusciante forma parte de esas trayectorias virtuosas violentamente contrariadas por la droga. Guitarrista excepcional e inimitable, su ascenso en el rock de los años 1990 está marcado por un malestar y por adicciones crecientes. Se hunde en las profundidades de las sustancias sintéticas, esperando encontrar en esos paraísos artificiales una tranquilidad que su mente le prohibía. A menudo al borde del precipicio, John Frusciante siempre se ha aferrado a la guitarra, como el último y necesario baluarte que lo separa del vacío absoluto. Los años 1990 son así episodios trágicos, viéndolo rozar la muerte en el incendio de su casa en las alturas de Los Ángeles y perder su colección de guitarras y numerosos álbumes.
Cuando John Frusciante concede una entrevista a VPRO en 1994, se le ve en el apartamento de su novia aferrándose febrilmente a esta guitarra naranja con el cuerpo deteriorado. Rasgueándola con el apego de un hombre roto, John Frusciante manifiesta su vínculo visceral con la guitarra tocando en una angustia desarmante. Desgastado por largos meses de adicción, sostiene una de las últimas guitarras que aún posee tras haber sido separado de sus mejores instrumentos vintage (vendidos como la mítica Jaguar de 1966 de Under the Bridge o perdidos en el incendio de su casa). Este instrumento muy orgánico ha sido testigo privilegiado de instantes de una dura realidad, que las marcas en la tapa recuerdan con su gravedad. Aunque hay varios cambios que destacar (como el puente reemplazado y una pastilla instalada), su tapa naranja dañada hace reconocible este instrumento. Es testigo de las horas más duras del tumultuoso John Frusciante, que más tarde logró salir de las garras de la depresión y la adicción.
John Frusciante
Información adicional
Disponibilité | |
---|---|
Marca | |
Artiste associé |
Comentarios